1. Comience con un disco de algodón limpio o un paño desmaquillante reutilizable.

2. Sature el disco de algodón o el paño con agua micelar.

3. Presione suavemente la almohadilla o el paño sobre los ojos cerrados y manténgalo así durante unos segundos para disolver el maquillaje de ojos.

4. Pase suavemente la almohadilla o el paño por su rostro, desde el centro hacia afuera, para eliminar el maquillaje, la suciedad y las impurezas.

5. Repite el proceso hasta que tu piel se sienta limpia y fresca.

6. No es necesario enjuagarte la cara después, pero si lo prefieres, puedes continuar con tu rutina habitual de cuidado de la piel.

Recuerda que el agua micelar es apta para todo tipo de piel y puede utilizarse tanto por la mañana como por la noche para una limpieza rápida y eficaz.